El comienzo

Por Juan Ignacio Pérez, el 17 noviembre, 2013. Categoría(s): General ✎ 3

TheGardenOfEden

Dijo Dios: “Bullan las aguas de bichos vivientes y revoloteen aves sobre la tierra y contra la haz del firmamento celeste. Y así fue. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todos los seres vivientes que bullen serpeando en las aguas según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que estaba bien. Los bendijo Dios diciendo: “Sed fecundos y multiplicaos y llenad las aguas de los mares; y multipliquense las aves en la tierra.” Y atardeció y amaneció el día quinto.

Dijo Dios: “Produzca la tierra seres vivientes según su especie: ganados, sierpes y alimañas, según su especie.” Y así fue. Hizo, pues, Dios las alimañas según su especie, y los ganados según su especie, y toda sierpe del suelo según su especie. Y vio Dios que estaba bien.

Dijo Dios: Hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza, y dominen en los peces del mar, en las aves del cielo, en los ganados y en todas las alimañas, y en toda sierpe que serpea sobre la tierra.

Y creó Dios al hombre a imagen suya: a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó.

Y los bendijo Dios y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla; dominad en los peces del mar, en las aves del cielo, y en todo animal que serpea sobre la tierra.”

Pocos habrán dejado de reconocer en los párrafos precedentes el fragmento del Génesis en el que se relatan el cuarto y quinto días de la creación. La cita es literal, aunque hemos omitido, por innecesaria, la última parte del quinto día. A estas alturas, casi nadie con una mínima formación interpreta entre nosotros esas palabras de forma literal. Todos los seres vivos son el resultado del proceso evolutivo, mediante el cual, por selección natural de los mejor adaptados, han surgido y surgen variedades y especies a partir de formas anteriores. El relato del Génesis no tiene valor científico alguno, pero lo hemos incluido aquí porque recoge, -de forma poética-, el que es el principal objetivo de los animales: reproducirse, generar y extender copias de los genes que portan, multiplicando de esa forma el número de ejemplares del grupo o población a que pertenecen.

En adelante, conforme vayamos viendo cómo funcionan los animales, mediante qué mecanismos sobreviven bajo diferentes condiciones, cómo consiguen el alimento que necesitan, cómo se las arreglan para que el oxígeno que hay fuera llegue hasta las células más recónditas, cómo administran sus recursos, no debemos perder de vista cuál es el objetivo último de todo ello. Los seres vivos somos presa de una gran paradoja: no existimos por nosotros mismos, sino que existimos por y para los que nos sucederán, quienes, a su vez, existirán con el mismo propósito.



3 Comentarios

  1. No estoy de acuerdo con:
    Los seres vivos somos presa de una gran paradoja: no existimos por nosotros mismos, sino que existimos por y para los que nos sucederán, quienes, a su vez, existirán con el mismo propósito.
    No existimos por los que nos sucederán, existimos por nuestros ascendientes, lo que ocurre es que si no nos reproducimos nos extinguimos, y por ello todas las especies vivas tienen mecanismos eficaces para reproducirse.

  2. Hay otro curioso detalle en el genesis el orden de aparición de las especies es casi exacto. ¿Como lo supo un pueblo de pastores? Es un misterio.

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Por Juan Ignacio Pérez, publicado el 17 noviembre, 2013
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