Por la Candelera sale el oso de la cueva

Por Juan Ignacio Pérez, el 2 febrero, 2014. Categoría(s): General ✎ 11
Oso pardo (Wikipedia)
Oso pardo (Wikipedia)

Hoy, dos de febrero, es la Candelaria, Candelera, o día de las Candelas. Es una fiesta religiosa que, según algunos investigadores, tuvo su origen en la antigua Roma, donde la procesión de las candelas formaba parte de la fiesta de las Lupercales. La razón por la que la traigo a Zoo Logik, no obstante, nada tiene que ver con eso. Me interesa la Candelaria porque en Europa se celebra hoy el día del oso. En los Pirineos vascos es “hartzaren eguna”. Y en algunas localidades de la costa este de los Estados Unidos es el día de la marmota.

No es casualidad que el día del oso y el de la marmota sean el mismo. Nos encontramos en la mitad del invierno. El refrán español dice “Por la Candelera sale el oso de la cueva; pero si hace mucho frío, se vuelve a ella”. El día de la marmota, por otro lado, lo llevaron los alemanes a América, por lo que la tradición de la marmota Phil, de Punxsutawney (Pensilvania) es, en realidad, la misma que la del oso. En todos estos casos, de lo que se trata es de determinar, de algún modo, el tiempo que queda hasta que finalice el invierno. El refrán español alude al final del letargo invernal del oso, y la tradición de la marmota, al final de su hibernación. Por lo tanto, la tradición europea se basa en la eventualidad de que los mamíferos que hibernan decidan, o no, retomar la vida activa. Y a cuenta de estas curiosas tradiciones, he pensado que hoy era un día excelente para hablar de mamíferos que hibernan y de algo que mucha gente quizás no sepa, y es que la de los osos y la de los mamíferos de menor tamaño son hibernaciones distintas e, incluso, fenómenos fisiológicos diferentes.

Los mamíferos que habitan en zonas frías deben afrontar condiciones muy duras cuando llega el invierno. Las bajas temperaturas pueden ocasionar grandes pérdidas de calor, por lo que para mantener constante la temperatura debe elevarse la actividad metabólica, de manera que la producción de calor compense las mayores pérdidas. Eso supone que ha de gastarse más energía, y esa energía ha de obtenerse de las reservas almacenadas previamente o del alimento que sean capaces de conseguir. El problema es que en invierno hay poco alimento. Por esa razón,  muchos mamíferos de zonas frías hibernan. De abril a septiembre mantienen un modo de vida normal pero a partir de septiembre, en algún momento, se recluyen en su madriguera, bajan la temperatura corporal, reducen su metabolismo a un mínimo, y dejan de desarrollar actividad muscular.

Muchos de esos mamíferos que hibernan, en ciertas ocasiones y con una periodicidad determinada, despiertan para volver enseguida a la condición de mínimo nivel metabólico. Se desconocen las razones por las que se producen esos fugaces despertares, pero deben de ser razones muy poderosas, puesto que conllevan elevaciones significativas del gasto energético, hasta el punto de que dos terceras partes del gasto que se produce durante la hibernación ocurre debido a esos breves episodios.

Los animales, para poder hibernar, han de tener un tipo especial de tejido adiposo al que llamamos grasa parda, pero no todos los mamíferos cuentan con ese tejido. Cumple una función importante, puesto que es la fuente de calor durante los despertares fugaces a que he hecho mención en el párrafo anterior. Es un tejido termogénico. Un aspecto importante de esa modalidad de tejido graso es su ubicación anatómica. Algunos acúmulos de grasa parda se disponen rodeando a las principales arterias del organismo; de esa forma, el calor que genera cuando desempeña su función termogénica llega rápidamente, por medio de la sangre, a los pulmones, el corazón y el cerebro, esto es, a los órganos vitales más importantes.

Además de contar con grasa parda, otra característica común a los animales que hibernan es su pequeño tamaño. Esta afirmación seguramente chocará, pues todos tenemos en la cabeza a los osos, que son animales de gran tamaño, y de los que sabemos que entran en letargo durante el invierno. Lo que no está tan claro es si ese letargo puede ser considerado hibernación, ya que solo reducen ligeramente su temperatura corporal; el letargo de los osos consiste en una hipotermia superficial. El animal de mayor tamaño que hiberna en sentido estricto es la marmota alpina, que con sus cinco kilos de peso, se encuentra muy lejos de las grandes masas propias de los osos.

Como antes he señalado, la razón de la hibernación es el ahorro energético que conlleva. Pero ocurre que cuanto mayor es un animal, menor es la cantidad de energía que ahorran al hibernar, ya que hay una relación inversa entre la energía que se ahorra y la masa corporal. La tasa metabólica de los animales pequeños es muy alta a niveles normales de actividad, pero cuando hibernan esa dependencia con el tamaño es mucho menor; esto es, en estado de hibernación la tasa metabólica no se reduce tanto al aumentar el tamaño de los animales como lo hace cuando la actividad es la normal.

Marmota alpina (Wikipedia)
Marmota alpina (Wikipedia)

Veamos una comparación. La tasa metabólica normal de un murciélago de 20 g viene a ser del orden de 6 ml Og-1 h-1, mientras que se reduce a 0’03 ml Og-1 h-1 cuando se encuentra en estado de hibernación. Por lo tanto, hay una gran distancia entre ambas, por lo que el ahorro que se produce al hibernar es muy importante. Por su parte, la tasa metabólica normal de una marmota alpina de 5 kg ronda los 0’5 ml Og-1 h-1, mientras que se reduce a 0’02 ml Og-1 h-1 en estado de hibernación. Así pues, el ahorro energético es muy inferior en este segundo caso. Recordemos de nuevo que la marmota alpina es el mamífero hibernante (sensu stricto) de mayor tamaño. Pues bien, un animal de mayor tamaño que hibernase prácticamente no ahorraría nada, algo que en parte es debido al alto coste energético que conllevan los despertares fugaces dentro del periodo de hibernación. Así pues, la modalidad de hibernación que consiste en una hipotermia profunda y despertares ocasionales, no sería un buen negocio para animales de más de 5 kg de masa. Los osos no hibernan de ese modo, y está clara la razón por la que no lo hacen: son demasiado grandes.

Para acabar quiero recordar que mañana, día tres, es San Blas, y que en nuestra tradición también tenemos el “por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves”, refrán en el que también nos remitimos al comportamiento de un animal para tratar de predecir la dureza del invierno que todavía nos queda por delante. Y el día cuatro es la víspera de Santa Águeda, día en que, en la tradición vasca, salen las cuadrillas a la calle a cantar a la santa y a golpear el suelo con los bastones (makilak) para despertar a la naturaleza y que salga, de una vez, del letargo en que se encuentra. Por supuesto, ni las makilak despiertan nada, ni osos y marmotas aciertan, salvo por casualidad. Pero es muy divertido, desde luego.

Notas:

(1) Aprovecho la ocasión para recomendar a los lectores de este blog que no hayan visto “Atrapado en el tiempo” –si es que queda alguno sin verla- que la vean; la película, que gira alrededor de la celebración del día de la marmota, es una delicia.

(2) Quien tenga curiosidad, aquí tiene uno de esos coros que salen a cantar la víspera de Santa Águeda en Vasconia, este en Portugalete:

 



11 Comentarios

  1. Buena entrada que explica claramente que la observación de la naturaleza lleva a extraer un conocimiento general de los procesos e incluso de sus excepciones. El que vive entre osos refiere la cosa a los osos, el que vive entre marmotas a ellas, y el que ve las cigüeñas llegar pues eso.
    En cualquier caso, con esta entrada recuerdo un dicho de mi abuelo, que aunque no era gallego sonaba parecido y que según lo expresaba era tal que así: «por la candelora inverno fora».
    salud

    1. Querido, Juan. La predicción de la «Candeloria» gallega es más compleja 🙂 Esta es la que más me gusta: «Se a Candelaria chora, o inverno xa vai fóra. Se a Candelaria rí, o inverno está por vir; pero que ría e que cante hai inverno para tras e para diante». Así que aún queda invierno.
      Saludos.

  2. ezkerrikasko Juaniñazio,hoy he aprendido algo que me ha gustado, que es el día de nuestros artzaz , no sabía , y tampoco lo emparejaba con el día de la marmota en eeuu.,tampoco supe explicarme lo de las Makilas de santa ageda ,para pedir a la tierra que es hora y se despierte
    muy entrañable, eskerrikasko por enseñar,hoy he aprendido mucho
    bezte bat arte

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Por Juan Ignacio Pérez, publicado el 2 febrero, 2014
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