Liebres de grandes orejas

Por Juan Ignacio Pérez, el 31 mayo, 2016. Categoría(s): General ✎ 7
Lepus californicus, con sus grandes orejas (Imagen: Jessie Eastland; Wikipedia)
Lepus californicus, con sus grandes orejas (Imagen: Jessie Eastland; Wikipedia)

Los elefantes no son los únicos animales que utilizan sus orejas para refrigerarse. Las liebres del género Lepus, del desierto de Arizona, tienen las orejas muy grandes, y sirven al mismo propósito que las de los elefantes, el de disipar calor. Las orejas de Lepus tienen una altísima densidad de vasos sanguíneos, hasta tal punto que por efecto de la sangre son de color rosáceo.

En cierto modo es sorprendente que las liebres deban recurrir al mismo procedimiento que los elefantes para facilitar la pérdida de calor. Como ya expliqué en su día, los elefantes africanos necesitan la gran superficie que aportan las orejas para poder disipar todo el calor corporal que produce su metabolismo. Si esa producción fuese proporcional a su superficie corporal de un modo similar a como lo es en animales de menor tamaño, no necesitarían elementos adicionales, pero su tasa metabólica es, en proporción a su tamaño, demasiado alta. Por eso necesitan esos “radiadores” anatómicos, para disipar el calor que no se elimina a través de la superficie del cuerpo.

Como resulta evidente, las liebres son de mucho menor tamaño que los elefantes. Así pues, el argumento que vale para los elefantes no debiera valer para explicar que las orejas de las liebres del desierto de Arizona sean tan grandes. Quizás ese tamaño tenga algo que ver con el hecho de que las condiciones del desierto de Arizona son muy rigurosas, sobre todo en verano. Pero me inclino más a pensar que la necesidad de portar unos radiadores tan grandes obedece al modo de vida de la liebre, que es muy activo. Por esa razón, su producción de calor durante las fases de actividad es, seguramente, demasiado alta, -a pesar de tratarse de animales de pequeño tamaño-, como para poder ser eliminado sin estructuras auxiliares adicionales. Me recuerdan estas liebres a los tucanes y sus desmesurados picos. Cuando se echaban a volar producían tanto calor que el pico –también, como las orejas de las liebres, muy vascularizado- se convertía en un poderoso radiador, merced al gran aumento de irrigación sanguínea que experimentaba el pico en esas circunstancias.

Por otro lado, al contrario de lo que hacen otros mamíferos de pequeño tamaño, estas liebres no desarrollan comportamientos orientados específicamente a evitar ganar calor. Los conejos, por ejemplo, se refugian en huras y madrigueras cuando aprieta el calor, y lo mismo hacen las ratas canguro. Las liebres, a lo más que llegan es a aprovechar las pocas zonas de sombra que hay a su alcance en el desierto.

Ahora bien, conviene resaltar que cuando la temperatura sube en exceso (por encima de los 40ºC), las orejas no son de ayuda en absoluto. Por el contrario, bajo esas condiciones en vez de perder calor lo ganan a través de las orejas, razón por la que limitan la circulación sanguínea al mínimo imprescindible, y al menos por esa vía, es mínima la cantidad de calor que ganan.



7 Comentarios

  1. Hola. Pensando en los mecanismos que describes en las diferentes especies para disipar calor, me llama la atención que todos se localizan cerca del encéfalo. Y eso me lleva a pensar en la necesidad de mantener la temperatura dentro de uno límites para el funcionamiento correcto del encéfalo (muy alta o muy baja son peligrosas ). No sé si otras especies tienen mecanismos de regulación de temperatura que se localicen en regiones corporales lejos del encéfalo y sean diferentes a la conocida sudoración corporal. Si no existen estos mecanismos localizados lejos del encéfalo, sería interesante pensar/buscar la razón que ha llevado a que se preserven los mecanismos que aparecen más cefálicos.
    Quizás, todo es elucubración y no exista una razón evolutiva para esta localización cefálica/craneal y no sea más que una casualidad más que una causalidad.
    Pensando en la causalidad, ¿me podrías decir si hay estudios que muestren alguna relación entre el flujo sanguíneo que va a estas estructura «refrigerantes» y el flujo sanguíneo que alcanza el encéfalo?. Sería interesante tanto si la relación anatómica o funcional existe bien en el flujo de ida hacia el encéfalo o incluso en el de vuelta hacia el corazón.
    Saludos.

    1. En casi todos los mamíferos, incluido el ser humano, el objetivo es mantener estable la temperatura de cerebro y torso, donde están los órganos vitales. El resto de estructuras puede trabajar en un rango de temperaturas mayor, por eso nuestros brazos y manos pueden estar a 10º menos que el cerebro o el torso sin problema alguno.

    2. Hola Juan
      Asuntos difíciles los que planteas.
      Como bien dices, salvo los que disipamos el calor dejando evaporar sudor, las demás especies que termorregulan (casi todos los demás mamíferos terrestres y las aves) lo hacen mediante mecanismos localizados muy cerca del encéfalo. Pero no me atrevo a decir si hay o no una norma en ese sentido. Como vimos aquí, con las gacelas, algunas especies disponen de mecanismos específicos para disipar calor antes de que la sangre caliente llegue al encéfalo. Y no descartaría que en los casos en que no hay enfriamiento encefálico selectivo (así se llama: selective brain cooling) la ubicación de tales estructuras próximas al encéfalo sea consecuencia de presiones selectivas específicas. Al fin y al cabo, más cerca implica menos calentamiento antes de llegar a la cabeza. No obstante, sistemas de enfriamiento los hay por todo el cuerpo: nuestros brazos y manos son disipadores de calor muy potentes; no hay más que ver cuánto abultan las arterias de las manos cuando hace calor. Ese mecanismo es muy común en mamíferos y aves y consiste en dirigir mucha sangre hacia los vasos periféricos y limitar la circulaciçon por los vasos internos.
      De si hay estudios de esos o no, sintiéndolo mucho, no te puedo contestar. No lo sé. pero me extrañaría que hubiera, o que hubiera muchos. De todas formas, cuando hay rete mirabile, creo que toda la sangre que pasa por el sistema de intercambio llega al encéfalo.
      Salud

  2. Hola.las liebres viven en el campo lo contrario a esta especie de arizona.pero en uruguay en el departamento de rocha en cabo polonio vi de esta especie. Como puede ser? Alguien trajo de arizona esta especie de liebre? Gracias.

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Por Juan Ignacio Pérez, publicado el 31 mayo, 2016
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