Las focas sí beben agua de mar

Por Juan Ignacio Pérez, el 8 enero, 2014. Categoría(s): General ✎ 2
Foca pía amamantando a su cría (Wikimedia Commons)
Foca pía amamantando a su cría (Wikimedia Commons)

Como vimos en la anotación anterior, la mayor parte de los mamíferos no beben agua de mar. Para los seres humanos, sin ir más lejos, sería muy perjudicial. La razón es que nos provocaría una mayor pérdida de agua que la que ganamos bebiendo. Como es sabido, el agua de mar tiene un 3,3% de sal aproximadamente; la mayor parte es cloruro sódico (Na Cl). Los peces marinos, sin embargo, sí beben agua, producen muy poca orina y esa orina está muy concentrada. Pero ni siquiera así eliminan todas las sales de las que han de desprenderse. Necesitan el concurso de dispositivos especiales que tienen en las branquias para transportar Cl de forma activa al exterior; el Na+ acompaña al Cl en su salida.

Los mamíferos no tenemos dispositivos especiales como esos sistemas de transporte branquial. No obstante, como solemos tener acceso a agua dulce, lo normal es que el no poder beber agua de mar no sea un problema. Pero las cosas son muy distintas para los mamíferos marinos ¿beben ellos agua de mar? Hasta hace unos años era esta una cuestión controvertida. Por un lado, era difícil afirmar que no lo hacen, ya que viviendo como viven muchos de ellos de forma permanente en el mar, no es fácil descartar que la beban. Pero por otro lado, era bien sabido que no resulta sencillo para los riñones de la mayoría de mamíferos producir orina con alta concentración de sales. Además, se había visto a menudo a ballenas mordisquear fragmentos de hielo procedentes de la costa o de glaciares, por lo que se interpretaba que recurren al hielo como fuente de agua dulce para hidratarse y evitar tener que hacer trabajar al riñón por encima de sus posibilidades.

Estos días me he encontrado con un artículo de hace unos años en el que unos investigadores noruegos cuentan que midieron los elementos de ganancia y pérdida de agua en varias focas jóvenes, -focas pías, Pagophilus groenlandicus, y focas capuchinas, Cystophora cristata,- bajo condiciones controladas. De esa forma pudieron estimar todos los componentes del balance hídrico. Midieron la aportación a ese balance del agua procedente del alimento, la libre (agua de hidratación) y la metabólica (agua que surge como producto del catabolismo de los sustratos energéticos); la suma de ambas representa entre el 68% (focas pías) y el 81% (focas capuchinas) de los aportes totales. Estimaron que otro 5%, en ambas especies, corresponde a lo que incorporan por las vías respiratorias; esto puede resultar sorprendente, porque normalmente lo que suele ocurrir a través de las vías respiratorias es que se pierde agua por evaporación, pero no es así en el caso de animales que viven en un entorno cuya humedad relativa es del 100%, en los que ocurre lo contrario, ganan agua. Y el resto, hasta el 100%, es lo que beben. Por lo tanto, sí, las focas beben agua de mar, y ello no les supone mayor problema. El flujo de agua que diariamente entra y sale de sus organismos es de 70 ml kg-1. Las focas capuchinas beben 300 ml (14% del balance) y las focas pías 900 ml (27% del balance). Y si en vez de estar en agua marina se mantienen en agua dulce, esos porcentajes son algo mayores (16% y 34%, respectivamente), lo que sugiere que, de hecho, prefieren beber agua dulce que agua de mar.

Focas capuchinas (adulta y cría) (Wikimedia Commons)
Focas capuchinas (adulta y cría) (Wikimedia Commons)

Las focas regulan muy bien la concentración osmótica de sus fluidos corporales. Tanto si beben agua dulce como si beben agua de mar, mantienen constante la osmolaridad del plasma: 332 mOsm l-1 las focas capuchinas, y 316 mOsm l-1 las focas pías. Ambas especies, al permanecer en agua de mar y beberla, han de eliminar las sales excedentarias. De esa tarea se ocupa el riñón. La concentración osmótica de la orina que eliminan las focas llega a ser 1470 mOsm l-1 (focas capuchinas) y 1740 mOsm l-1 (focas pías). Si en vez de estar en agua de mar se mantienen en agua dulce, la orina que producen es de 1290 mOsm l-1, las focas capuchinas, y de 1260 mOsm l-1, las focas pías. En agua dulce, la concentración osmótica de la orina es 3’9 (focas capuchinas) y 4,0 (focas pías) veces mayor que la del plasma, y en agua de mar, es 4,4 (focas capuchinas) y 5,5 (focas pías) veces mayor. Esa diferencia entre las dos especies se entiende perfectamente si recordamos que las focas pías beben bastante más agua marina que las focas capuchinas, por lo que se aprecia muy bien que la tarea de eliminar sales excedentarias es cosa de los riñones.

El riñón, por lo tanto, hace un gran trabajo produciendo una orina muy concentrada en todos los casos, pero sobre todo cuando beben agua de mar. Para que nos hagamos una idea, la orina humana puede variar entre 50 y 1200 mOsm l-1 en condiciones que pueden considerarse normales (en condiciones extremas puede llegar a 1400 mOsm l-1). Así pues, incluso cuando beben agua dulce, las focas producen una orina más concentrada que la humana. Y cuando sólo disponen de agua de mar no parecen tener ningún problema, pero obligan al riñón a hacer un trabajo importante, dado que la osmolaridad de la orina alcanza valores verdaderamente altos.

Como vimos en la anotación anterior, nuestro riñón produce una orina que puede llegar a ser unas cuatro veces más concentrada que la del plasma en condiciones de cierta privación de agua, y sólo en situaciones límite –no tolerables de forma prolongada- llega a ser hasta cinco veces más concentrada. Si nuestro riñón fuera capaz de producir, de forma habitual, una orina 5 o 6 veces más concentrada que la sangre, como hacen las focas, seguramente podríamos beber agua de mar. Pero no podemos. Claro que no somos focas, ni hemos evolucionado, como ellas, rodeados de agua de mar por casi todas partes.

 

Fuente: I. Skalstad y E.  Nordøy (2000): “Experimental evidence of eawater drinking in juvenile hooded (Cystophora cristata) and harp seals (Phoca groenlandica)” J Comp Physiol B 170: 395-401



2 Comentarios

    1. Si es homeopática , es del orden de 6,023 x 10 elevado a menos 23 , por tanto lo que nos mataría no es la sal , sino la ausencia de esta , considerando que el resto es agua pura y no contiene ninguna otra sal

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