Migraciones en el Serengeti

Por Juan Ignacio Pérez, el 16 noviembre, 2016. Categoría(s): General
Manada de ñus azules (Connochaetes taurinus) cruza un río durante la migración (Imagen: Eric Inafuku; Wikipedia)
Manada de ñus azules (Connochaetes taurinus) cruza un río durante la migración (Imagen: Eric Inafuku; Wikipedia)

En el pasado eran muy abundantes las migraciones de herbívoros de gran tamaño en África. Se trataba de migraciones de muy largo recorrido. En la actualidad quedan muy pocas de esas grandes migraciones, y las pocas que quedan son las que se producen en el Serengeti y algunos enclaves similares. En esas zonas todavía hay herbívoros de gran tamaño y algunos de ellos migran.

En el Serengeti se produce una gran migración. Los mamíferos que toman parte en ella se desplazan del sureste al noroeste, de lugares secos a lugares húmedos. En la temporada de lluvias hay suficiente agua en todas partes y la hierba abunda. Cuando llega la estación seca, comprendida entre junio y noviembre, primero los arroyos y después los ríos, se secan. No quedan más que unas pocas charcas con algo de agua. Bajo esas condiciones, los herbívoros que no dependen de la ingestión de agua no migran, se quedan donde están, pero los otros se desplazan. Luego, cuando vuelve la estación de lluvias, ellos también retornan al sureste del Serengeti.

Así pues, las migraciones del Serengeti se producen a causa de las variaciones estacionales en la disponibilidad de agua. Las cebras y los ñus migran. Necesitan beber; por eso se desplazan en su búsqueda. En la época cálida han de beber al menos una vez al día. Por esa razón no deben alejarse más de 25 km del agua.

La gacela de Grant y el dik-dik (antílope enano) no dependen del agua, por lo que no están obligados a recorrer grandes distancias en su búsqueda. En lo que a la economía hídrica se refiere, la gacela de Grant y el ñu son animales muy diferentes. El ñu busca la sombra, incluso cuando no hace calor, mientras que la gacela de Grant no la necesita. Cuando el ñu busca la sombra procura minimizar en lo posible la deshidratación; a la gacela, sin embargo, eso no parece importarle. Gracias a esa independencia con respecto al agua líquida, la gacela de Grant puede alejarse de las fuentes de agua tanto como le convenga, de manera que puede acceder de ese modo a recursos que están vedados a los herbívoros que han de permanecer en las proximidades del agua. Y por esa razón no se ve obligada a realizar los grandes desplazamientos que realizan los otros herbívoros.



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Por Juan Ignacio Pérez, publicado el 16 noviembre, 2016
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