Vivir a toda prisa, estivar durante meses

Por Juan Ignacio Pérez, el 21 diciembre, 2018. Categoría(s): General ✎ 1

Cuando un animal permanece inactivo largo tiempo, lo normal es que sus músculos se acaben atrofiando. Y con el sistema digestivo pasa algo parecido. Como vimos aquí, el aparato digestivo de la reinita estriada se atrofia durante la migración, y la energía que ahorra de esa forma la puede dedicar al vuelo. Esos estados de atrofia ayudan a ahorrar recursos, pero también tienen sus contrapartidas, ya que cuando retornan las condiciones ambientales favorables o, en el caso de las aves migradoras, cuando finaliza su viaje, no pueden utilizarse los músculos, en un caso, o el sistema digestivo, en el otro; necesitan un cierto tiempo para restablecer totalmente su funcionalidad.

Hay una rana con la que no se cumple eso; se trata de la rana australiana Cyclorana alboguttata. Vive en zonas muy áridas, y pasa la mayor parte del tiempo dentro de una especie de capullo protegido por una cubierta de barro. Emerge del capullo cuando llegan las lluvias de verano, pero como en algunos veranos no llega a llover, pueden pasar meses e incluso más de un año dentro del capullo en estado de estivación.

Cuando llega la lluvia se encuentra en perfectas condiciones para moverse y para alimentarse, puesto que así lo hace con total normalidad. Al parecer, gracias a mecanismos que se desconocen, la actividad de las células musculares y digestivas se mantiene relativamente alta durante la estivación y lo sorprendente es que ello no conlleva excesiva actividad metabólica ni, en consecuencia, excesivo gasto de energía. De hecho, el metabolismo se reduce en el momento en que empieza la estivación y en cuestión de pocas semanas baja hasta llegar a ser el 20% del valor correspondiente al modo de vida activo de las ranas. Hay que tener en cuenta, además, que incluso ese valor es, de suyo, relativamente bajo. Es evidente que la actividad metabólica de esas células es de una gran eficiencia, puesto que son capaces de desempeñar sus funciones utilizando muy poco oxígeno y muy poca energía. Como he señalado antes, se desconocen los mecanismos que permiten esa altísima eficiencia metabólica, pero parece ser que están relacionados con las características de su metabolismo mitocondrial.

Sea cual sea el mecanismo implicado, la cuestión que me interesa subrayar ahora es otra. Tras las lluvias, las ranas salen de los capullos, y han de comer, engordar y reproducirse, y han de hacerlo en un periodo muy breve de tiempo, ya que solo disponen de unas pocas semanas para ello. Por esa razón, es crucial salir del estado de estivación en un tiempo breve, el mínimo posible, pues disponen de poquísimo tiempo para, aprovechando las condiciones favorables, completar un ciclo de vida completo. Por eso es tan importante que el estado de estivación no conlleve atrofia, pues la recuperación del estado normal requeriría demasiado tiempo. Las ranas del género Cyclorana completan su ciclo vital en un tiempo record, viven a toda prisa y estivan durante meses. Para ellas el tiempo es oro.



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Por Juan Ignacio Pérez, publicado el 21 diciembre, 2018
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