
No es fácil ser una sanguijuela, ser uno de esos seres escurridizos que se alimentan succionando la sangre de los mamíferos a los que se adhieren. Y no lo es porque pueden llegar a pasar varios meses en ayunas desde que se alimentan de un individuo hasta que vuelven a encontrar otro al que poder extraer su sangre. Por esa razón han desarrollado adaptaciones especiales que les permiten ahorrar energía en esos intervalos tan prolongados entre comida y comida.
Interesante, ¿se podría utilizar este método para perder peso?. Seguro que hay estudios por ahí.
No dudes de que si estás dispuesto a pasar frío, perderás peso a largo plazo. Pero no te lo recomiendo. 😉