[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=q7CQInAXoqY&feature=fvw[/youtube]El reptil del video es el dragón de Komodo, un animal mítico (Varanus komodoensis). Aunque se le llame dragón, no es un verdadero dragón, sino un lagarto de la familia Varanidae. Puede llegar a alcanzar una longitud de hasta tres metros y un peso de 80 kilos (según algunas referencias, el peso puede llegar a ser de hasta 140 kg). Vive en cuatro islas de Indonesia: Komodo, Rinca, Gili Motang y Flores (la misma que la del hombre de Flores) y al parecer, se encuentra en peligro de extinción.
Es un animal carroñero, aunque también puede comportarse como un depredador. En este segundo caso, su modus operandi difiere del de otros depredadores. Su comportamiento se asemeja al de los denominados “sit-and-wait”, aunque no mata a su presa en el momento en que la muerde. Al morderla la hiere sin llegar a incapacitarla y por esa razón la presa huye tras ser mordida. Huye, sí, pero acaba muriendo poco tiempo después. El dragón de Komodo sigue el rastro de la presa y prácticamente siempre acaba encontrando el cadaver.
Varanus komodoensis es protagonista asiduo en los documentales sobre naturaleza y en ellos suele explicarse que posee unos dientes afilados, muy afilados, pero que sus mandíbulas no son capaces de desarrollar demasiada fuerza. Por eso huyen las presas al principio, porque las mandíbulas carecen de la fuerza necesaria para inmovilizarlas. En los documentales (pero no en el que aparece en esta entrada) se señala que el dragón, al morder, inocula enzimas que impiden la coagulación de la sangre a la vez que infecta los tejidos de la presa con bacterias tóxicas. Dado que el efecto tóxico de las bacterias no es inmediato, el dragón ha de esperar a que la infección se extienda y resulte letal. De esta forma han narrado hasta ahora los documentales la estrategia de caza del dragón de Komodo y a ella atribuían su éxito como depredador.
Sin embargo, recientemente se ha descubierto que las cosas ocurren de otro modo. Al parecer, lo que inocula el dragón de Komodo a sus presas es veneno, y no un cóctel de bacterias tóxicas. Así se ha dado a conocer el año pasado en un trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (DOI: 10.1073/pnas.0810883106).
Los investigadores que realizaron el estudio examinaron el cráneo de un ejemplar muerto y descubrieron que tenía glándulas venenosas. Además, posteriormente le extrajeron esas glándulas a otro ejemplar que se encontraba moribundo, lo que les permitió analizar las características del veneno. El dragón de Komodo es, -seguirá siendo-, un animal mítico pero ya no es tan misterioso como era; al menos en lo que se refiere a su método de caza, no es más que un reptil como otro cualquiera.
Yo tenía entendido que se adjudicaba el poder venenoso a esa mezcla de bacterias, porque al estudiar ejemplares nacidos en cautividad que no comían carroña, se observaba que su mordedura no era venenosa. Menudo susto se van a llevar los cuidadores de zoo que tengan estos animalejos.
En cualquier caso, ¿son entonces venenosos por partida doble, o ahora resulta que ese cóctel de bacterias es inocuo?
No sé si existe tal cóctel de bacterias. Lo que sugieren estos investigadores es que no hay tales, que con el veneno basta. Es lo que he entendido.
Como que no existe tal cóctel de bacterias? Existen multitud de estudios que demuestran la existencia de esas bacterias en la saliva del .
El hecho de que hayan demostrado que tengan veneno hemotoxico, no significa que no tengan las bacterias.
Lo que lo hace más interesante es la existencia de ambas.
Hola Juan Ignacio,
Al empezar a leer el post me ha surgido hacerte justo el comentario del final. La inoculación del veneno. Durante mucho tiempo, como dices, se ha pensado que era la saliva. No he leído el artículo que c itas (lo haré), pero lo vi en un documental. Los investigadores pidieron permiso para llevar a unas instalaciones médicas un dragón de Komodo y realizarle un escáner. Ahí descubrieron que tenía una posible glándula y que lo que realmente tóxico no era el cóctel bacteriano de la saliva sino un veneno propiamente dicho.
La verdad es que me sorprendió muchísimo.
Gracias por la referencia y por el post!!
Es usted bienvenida. 🙂
Hola, interesante articulo. Pero se me plantea la siguiente duda: que caracteristicas debe tener un aninal para que se le considere un dragón? Intuyo que el echar fuego por la boca no es una de ellas xD. Gracias, un saluso.
¿Por qué no? XDD
Intentas decirme que existen animales REALES que se les considera dragones porque echan fuego por la boca?????? XD Exijo video o foto que lo demuestre jaja
La última vez que escuché algo sobre la desmitificación de la mordedura pestífera del dragón de Komodo, se decía que no había ni veneno ni bacterias ni ná. Lo que pasaba es que sus presas (o por lo menos, una importante en su dieta), bueyes de agua, instintivamente al ser atacados se refugiaban en zonas húmedas y tal. Sin embargo, en esas islas no hay corrientes de agua clara, si no poco más que pozas infectas en las cuales los bueyes viven rodeados de su propia mierda. Siendo así era muy fácil que una herida de cierta importancia, remojada en el agua esa, se infectase y provocase la muerte del animal.
Mira lo que aprende uno, hasta hace poco se consideraba al monstruo de Gila como el único lagarto venenoso.
Debes ser mucho más joven que yo, en mi infancia se decía que los DOS únicos lagartos venenosos del mundo eran el Monstruo de Gila y… el Dragón de Komodo